Fotos: Chinea
CampingCuba no se cansa de rodar. La primera edición de la bicicletada a Soroa, el pasado año, dejó suficiente adrenalina y no pocos deseos de repetirla.
Nos fuimos a Matanzas a comienzos de año, pero no bastó. Entusiasta de las salidas en bici, Osbel( Chupito) insistió en regresar a la carretera con el rumbo oeste, aunque a última hora no pudo sumarse.
Los excursionistas que se estrenaron en el ascenso al Turquino, en marzo, no dudaron en incorporarse a la segunda edición del Soroa Tour del grupo. Fuimos en total 17, descontando a Rene, Eddy y a Dariel, quienes hicieron su propio trayecto sobre ruedas.
Además, llevamos a un excursionista singular: Javier, de 4 años, que en el remolque de la bici de Alexander, su papá, disfrutó el viaje como nadie.
El viaje de ida en esta excursión puede hacerse en un mañana; pero decidimos volver a segmentarlo y acampar en el campismo El Taburete, en Las Terrazas, el propio viernes. Así, aprovechamos y subimos la elevación del mismo nombre y los novatos en bici descansaron un poco, además del rico chapuzón en el rio cercano.
Como punto jocoso, entre tantos que siempre hay en las salidas del grupo, tuvimos a Luis Ernesto, que se pasó 12 km de la entrada de Las Terrazas y tuvo que regresar, sumando 24 km a su jornada inicial. También el martillo de Chinea con el que golpeaba la piña para poder pedalear causó extrañeza y risas durante el trayecto.
El sábado, a las 7 am, salimos de Las Terrazas por detrás del rio San Juan, un camino vecinal que sale al km 56 de la autopista y donde los aficionados al MTB aprovecharon el sendero para sus acrobacias y, los que tenían bicis de ruta no les quedó más remedio que cargarlas.
La noche anterior se nos habían sumado Adanis y Lily con la bandera del grupo un poco tarde, detalle constante durante esta salida que despertó siempre la misma pregunta a la hora de la foto colectiva: ¿Dónde está la bandera?
Nativa de Soroa, Darianna brindó su casa para la acampada de la segunda jornada. Dari se había iniciado en CampingCuba con su bici en el viaje a Matanzas, donde demostró una energía y tesón que nadie le suponía. Repitió esta vez en un viaje a su propia casa dispuesta a acumular méritos para el carnet del grupo.
Alexander coordinó el almuerzo y comida en el campismo La Caridad para ese sábado pues no sospechaba que la familia de Darianna nos reservaba una suculenta caldosa, además de los plátanos y mangos del recibimiento. La logística estuvo asegurada para las jornadas de pedaleo que nos esperaban.
Aunque en este tour evitamos la carretera que une Las terrazas con Soroa por sus peligrosas curvas y pendientes, en la propia carretera al Orquidiario algunos tuvieron su susto al bajarlas. Y todos tuvimos un reto al subirlas sin bajarnos de la bici, lo cual dice mucho del espíritu excursionista del grupo.
Visitamos el orquidiario, el Castillo de las nubes y pasamos un fuerte aguacero en el campismo La Caridad ante la mirada atónita de turistas nacionales que nos veían desandar el lugar con nuestras bicis loma arriba y loma abajo.
Salimos para La Habana al filo de las 6 am del domingo, luego de hacer campamento en casa de Darianna la noche anterior. Dari se había esmerado en la coordinación y dio el de pie a las 4 45 am con la protesta de Adanys y Lily que se habían quedado dormidos cerca de las 4 de la mañana después de sus animadas charlas.
Tamales, café y galleta con guayaba de desayuno. Hicimos el trayecto de regreso en dos horas y media descontando los largos descansos para reagrupar.
Fue una excursión donde combinamos las modalidades de cicloturismo y senderismo, estilo triatlón sumándole los baños en el río. El entusiasmo no decayó nunca a pesar del lógico cansancio del que, curiosamente, nadie se quejó. Extrañamos a muchos que no pudieron sumarse: Yoyi, Chaelsys, Yeni, Ivet, Made, More, Yoandry,Erne, Adrian, Claudia, Camilo Leydis, Laura, Ale, Dariel, Cary, Dany y especialmente a Lester que tuvo sus contratiempos a medio camino y no pudo continuar.
Una jornada fuerte, 250 km en total, pero que a todos motivó por la solidaridad y el humor constantes. Y por el sabor de las nuevas amistades que siempre dejan la salidas del grupo.
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